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“TOBE” O NO “TOBE”, ACTITUDES PARA LA PRÁCTICA DE LA TERAPIA OCUPACIONAL BASADA EN LA EVIDENCIA (TOBE).

Rumbo Prieto JM(1), Arantón Areosa L(2), García Gonzalo N (3)
Complejo Hospitalario A. Marcide - Novoa Santos. Área Sanitaria de Ferrol

 

(1) Enfermero. Complejo Hospitalario Arquitecto Marcide – Profesor Novoa Santos. Área Sanitaria de Ferrol. jrumbo@yahoo.com
(2) Enfermero. Supervisor de Calidad. Área Sanitaria de Ferrol. luis.arantón.areosa@sergas.es
(3) Terapeuta Ocupacional. Hospital de día de Psiquiatría. Complejo Hospitalario Arquitecto Marcide – Profesor Novoa Santos. Área Sanitaria de Ferrol. nuria.garcia.gonzalo@sergas.es

 

RESUMEN:

En la década de los 80 surge la denominada “práctica basada en la evidencia” como paradigma alternativo a la actuación clínica basada exclusivamente en la opinión, experiencia o tradición, ya que engloba a todas éstas, y promueve la toma de decisiones según la mejor evidencia científica disponible. Desde entonces, surgen organizaciones sanitarias y académicas, grupos de profesionales, publicaciones, bases de datos y cursos de formación a nivel mundial destinados a divulgar, impulsar y aplicar la práctica clínica basada en la evidencia. El objeto de este artículo es mostrar aquellas actitudes necesarias para la puesta en práctica de la evidencia desde el enfoque del terapeuta ocupacional. Tras una revisión bibliográfica en PUBMED, CUIDEN y OTSeeker sobre evidencia y terapia ocupacional entre el periodo 1990 - 2005, se define y explica el proceso en que se basa la práctica de la evidencia científica y que beneficios profesionales se consiguen con su implementación. La conclusión es que la práctica de la evidencia contribuye a la mejorar la actividad clínica, docente, investigadora y gestora del terapeuta ocupacional.

ABSTRACT:

In the 80s, the so-called: “Practice based on evidence” appears as an alternative paradigm to the clinical performance exclusively based on opinion, experience or tradition, given that it includes all of them, and promotes the decision-making according to the best scientific evidence available. Since then, sanitary and academic organizations, groups of professionals, publications, database and training courses all around the world have arisen with the purpose of spreading, promoting and applying the clinical practice based on evidence. This article is intended to show the attitudes necessary for the implementation of evidence from the approach of the occupational therapist. After a bibliographic review in PUBMED, CUIDEN and OTseeker about evidence and Occupational Therapy in the period between 1990-2005, the base-process for the practice of scientific evidence, together with the professional advantages that can be reached with its implementation, both elements are defined and explained. The conclusion is that the practice of evidence helps the Occupational Therapist to improve his/her activity in the clinical and educational field as well as in the research and management domain.

PALABRAS CLAVE/ KEY WORDS: Evidencia científica, evidence-based, terapia ocupacional, occupational therapy.

 

“TOBE” O NO “TOBE”, ACTITUDES PARA LA PRÁCTICA DE LA TERAPIA OCUPACIONAL BASADA EN LA EVIDENCIA (TOBE).

INTRODUCCIÓN:

Vivimos en una sociedad en la que continuamente se evoca el llamado “estado de bienestar” como forma de conseguir un óptimo desarrollo saludable de las personas.1,2 Este estado de bienestar se caracteriza por la alta tecnificación en salud3,4, y por la cualificación de sus profesionales5-7 lo que, a su vez, deriva en un incremento de la demanda de las intervenciones sanitarias,8 una mayor especialización profesional,9 y progresivo desarrollo de la industria farmacéutica, 10 entre otras.

El crecimiento del gasto sanitario ha generado una situación de alerta. A principios de los años ochenta, distintas iniciativas abordaban temas como la responsabilidad profesional (accountability),11 la necesidad de establecer un control de coste-beneficios,12 objetivos de eficiencia13,14, y otras obligan a las administraciones sanitarias a revisar las políticas de gestión económica y a desarrollar instrumentos de evaluación (auditorías, controles de calidad, implantación de sistemas de calidad)15-17 con una clara vocación racionalizadora y de austeridad.18,19

Es por ello, que en ésa década (los ochenta) surge un nuevo enfoque dirigido a la solución de problemas derivados de la práctica clínica, denominado “práctica basada en la evidencia” Este enfoque ofrece una alternativa a la actuación clínica basada exclusivamente en la opinión, experiencia o tradición, ya que engloba a todas éstas, y promueve la toma de decisiones según la mejor evidencia disponible.20

Estrechamente relacionado con el concepto de práctica basada en la evidencia aparece el de medicina basada en la evidencia (MBE),21,22 fruto del esfuerzo de un grupo de epidemiólogos de la Universidad de McMaster (Hamilton-Ontario, Canadá) a los cuales se han ido asociando otros profesionales, instituciones y centros, entre los que destaca el Center for Evidence Based Medicine (Oxford).23 Desde entonces, las organizaciones sanitarias y académicas, grupos de profesionales, publicaciones, bases de datos y cursos de formación a nivel mundial destinados a divulgar, impulsar y aplicar la práctica clínica basada en la evidencia, no han dejado de crecer. Su razón de ser es ayudar a los profesionales en la toma de decisiones clínicas.24

El presente artículo pretende explicar el proceso que hemos denominado como TOBE (Terapia Ocupacional Basada en la Evidencia). Para ello, nuestro objetivo principal es mostrar aquellas actitudes necesarias para la práctica de la evidencia desde el enfoque del terapeuta ocupacional. Consideramos como objetivos secundarios: a) conseguir una definición de TOBE, b) describir como se estructura la práctica de la TOBE y, c) identificar las necesidades profesionales derivadas de la práctica de la TOBE. La finalidad, es informar al terapeuta ocupacional sobre las ventajas que supone trabajar e investigar con parámetros de evidencia.


MATERIAL Y MÉTODOS:

Se ha realizado un estudio descriptivo de revisión bibliográfica sobre el paradigma de la práctica basada en la evidencia enfocado desde la práctica profesional del terapeuta ocupacional. La investigación tuvo lugar en el Complejo Hospitalario A. Marcide-Novoa Santos de Ferrol (A Coruña), entre los meses de febrero a mayo de 2005.

La revisión bibliográfica se realizó a través de las bases de datos PUBMED, CUIDEN y OTSeek. A través de una serie de combinaciones de las palabras clave “evidence-based” y “occupational therapy”, (así como sus homónimos en español), se obtuvieron referencias bibliográficas con un periodo de inclusión desde enero de 1990 hasta abril de 2005.

Además, se han consultado páginas Web y publicaciones sobre terapia ocupacional y afines (rehabilitación, fisioterapia, enfermería, medicina, psicología, psiquiatría, etc.). que dado su interés y aportación sobre la evidencia científica creímos nos ayudarían a la consecución de nuestro objetivo de estudio.

Para la selección de documentos y artículos relevantes, establecimos como primer criterio de inclusión, aquellos en español e inglés cuyos contenidos reflejaban descripción, implementación o experiencia sobre la práctica basada en la evidencia orientada hacia el área de influencia de la terapia ocupacional, independiente del tipo de estudio e idioma. Un segundo criterio de inclusión fueron aquellos documentos que aportasen datos sobre los orígenes, antecedentes y evolución del paradigma de la evidencia científica.

Con la información recopilada, realizamos un resumen sobre la práctica basada en la evidencia ajustada al contexto real del terapeuta ocupacional. Los resultados obtenidos se estructuraron en forma de preguntas interrogativas, siendo éstas contestadas de manera descriptiva con base comentada. A través de la técnica del grupo nominal, (basado en consenso y discusión grupal multidisciplinar), dos observadores, en reflexión individual e independiente, seleccionaron que documentos parecían más significativos según los criterios de inclusión. En la discusión grupal se obtiene los resultados y se exponen las conclusiones por consenso.

RESULTADOS:

1. ¿QUÉ ES LA TOBE?:

Cabe distinguir que el término “EVIDENCIA” tiene un significado muy distinto a su homónimo inglés “EVIDENCE”, en español se atribuye como evidente aquello que no necesita ser probado (obvio, certeza); mientras que en inglés se emplea como sinónimo de “prueba”. Esto puede inducir a errores de interpretación, por ello diversos autores25-27 recomiendan hablar de “EVIDENCIA CIENTÍFICA”.


EVIDENCIA = pruebas científicas


TOBE = terapia ocupacional basada en la evidencia (pruebas científicas)


D.L. Sackett define la MBE como “el uso consciente, explicito y juicioso de la mejor evidencia disponible, en la toma de decisiones sobre la atención a los pacientes considerados en su individualidad”.22,24 Por tanto, la evidencia proviene de la certeza que proporcionan las pruebas científicas obtenidas a través de la investigación más actual y que, además, cumple determinadas pautas de calidad metodológica.

En esa dirección, el propósito de la TOBE sería desarrollar una práctica en la cual las actuaciones científicas, asistenciales, clínicas, de gestión, y docentes se basen en el análisis de los resultados provenientes de la investigación (evidencia externa) combinados con la experiencia profesional (evidencia interna). Se trata pues, de una evidencia dinámica y flexible, que intenta paliar la variabilidad en la práctica profesional. Lo que hoy es evidente (según la investigación actual) puede mañana ser rechazado por falta de evidencia (provisionalidad de las conclusiones).

Diversos autores28-30 afirman que la práctica de la evidencia científica y de modo general, la toma de decisiones sanitarias basadas en la evidencia esta coordinada por cuatro elementos:

1- La investigación clínica: Basada en criterios proporcionados por las denominadas tablas de evidencia, que ponderan la mayor o menor calidad de las investigaciones, en base a los distintos tipos de estudios localizados. En el mayor nivel estarían los ensayos clínicos aleatorios (randomizados). Debemos tener en cuenta, que en la investigación exhaustiva para valorar la eficacia, la efectividad y seguridad, o las consecuencias adversas de una intervención, podemos obtener conclusiones muy dispares. Con la práctica de la evidencia, el terapeuta ocupacional, a veces se preguntará si existe más de una evidencia, y en caso afirmativo, ¿cuál es la mejor evidencia?.

2- La experiencia y el juicio clínico del profesional: en la aplicación práctica de la intervención indicada por la evidencia. Esta experiencia se inicia durante el pregrado, discurre por la formación continuada y postgrado; y se renueva a través de la práctica clínica, docente, de gestión o investigadora.

3- La opinión del receptor: en referencia a sus preferencias y valores. El usuario tiene sus propios conocimientos y/o una experiencia previa. El paciente puede exponer sus exigencias y decidir adherirse o rechazar la intervención aconsejada. Aunque, nos empeñemos en intentar convencerle de que tal actuación es la mejor o intentamos disuadirle de tal práctica o hábito, conocer sus sentimientos y opiniones se hace imprescindible. No podemos actuar ajenos a las motivaciones del usuario.

4- Los recursos disponibles: de tipo sanitario y/o sociales. Los servicios sanitarios, generalmente, siempre están sometidos a limitaciones presupuestarias y, al final, la realidad obliga a ceñirse a los recursos disponibles. El problema de los recursos está en los criterios que derivan de su distribución y reparto.

Por tanto, proponemos como definición de TOBE: “proceso sistemático de búsqueda, evaluación, y aplicación de los resultados de la investigación más actual, que ayuda a la toma de decisiones al Terapeuta Ocupacional, en base a las preferencias del paciente, su experiencia profesional, y los recursos sanitarios y/o sociales disponibles”.

2. ¿CÓMO SE ESTRUCTURA LA PRÁCTICA DE LA TOBE?:

A partir de la identificación de un problema, la TOBE (al igual que la MBE) sigue una metodología para su aplicación práctica consistente en varias fases:24,30-34 1) Convertir nuestras necesidades de información en preguntas susceptibles de respuesta (formulación de la pregunta), 2) localizar y recuperar, de forma eficaz y eficiente, las mejores pruebas (resultados) con las que responder a nuestra pregunta (búsqueda de la mejor evidencia), 3) Evaluar críticamente la validez y aplicabilidad de esas evidencias (evaluación crítica), 4) Aplicar la evidencia a la práctica clínica (intervención) y, 5) Evaluar nuestro rendimiento (evaluación de la actuación).

Estructuralmente, consiste en:


2.1. FORMULACIÓN DE LA PREGUNTA: es la primera etapa de la práctica basada en la evidencia, consiste en formular una pregunta bien estructurada en la que habitualmente se cuestionan problemas clínico-asistenciales o de gestión. La formulación de la pregunta requiere la habilidad de definir el problema lo más específico posible. La pregunta clave debe ser útil y susceptible de respuesta por lo que debe incluir éstos elementos:35,36

2.1.1. La cuestión (pregunta clave): suele referirse a una condición clínica de un solo paciente o grupo de personas, o también, a un aspecto relativo a la gestión o administración de cuidados.

2.1.2. La población diana. A quien va dirigida la intervención. Esto es una pieza clave de la investigación basada en la evidencia

2.1.3. La intervención y comparación: se valora que medida preventiva, diagnóstica, terapéutica u organizativa se esta utilizando habitualmente, y se compara, al menos dos intervenciones: la habitual o convencional en relación a una alternativa.

2.1.4. El resultado deseado: es lo que esperamos obtener al formular la pregunta clave.

2.2. BÚSQUEDA DE EVIDENCIA: El segundo paso, realizada la pregunta clave, es la consulta bibliográfica que permite identificar la evidencia (la mejor) obtenida en estudios anteriores para que, a continuación, evaluar la calidad de los resultados, a veces contradictorios entre sí.

Este proceso de búsqueda exige de un acceso cómodo a las fuentes de información, habilidades en el uso de estrategias de búsqueda bibliográfica, y existencia y disponibilidad de bibliografía necesaria para responder a la pregunta clave. Se puede decir, que la mayor parte de la información se agrupa en cinco fuentes principales:37-39

2.2.1 Bases de datos bibliográficas: Contienen las referencias bibliográficas completas susceptibles para responder a la pregunta formulada, y en ocasiones los resúmenes, que permiten localizar los documentos publicados. Mediante estrategias de búsqueda planificadas, con la utilización de descriptores y palabras clave, se interroga a la base de datos para la localización de estas referencias bibliográficas. La base MEDLINE (PUBMED) es el referente mundial dentro del campo de las ciencias de la salud, otras bases de datos interesantes donde se citan trabajos de terapia ocupacional son: CUIDEN (base de datos de enfermería), AMED (base de datos de medicina alternativa) , PEDro, ENFISPO, ENFI2, SID (bases de datos de fisioterapia), REHABDATA, ABLEDATA (bases de datos sobre rehabilitación), DissBASE (bases de datos sobre discapacidad),

2.2.2 Revistas científicas: son publicaciones periódicas que ofrecen investigación de vanguardia. Dentro de la práctica basada en la evidencia se debe de valorar a la hora de seleccionar las revistas factores como: revisiones por pares, ámbito o alcance de la publicación y tipo de artículos publicados. En terapia ocupacional los referentes son: REITO, TERAPIA-OCUPACIONAL, TOG, OCUPATE, ELCISNE, Neurorehabilitación. A nivel internacional citar: American Journal of Occupational Therapy, Occupational Therapy Now (CAOT), Journal of Occupational Therapy Students (JOTS), Occupational Therapy Journal of Research, Occupational Ergonomics, Scandinavian Journal of Occupational Therapy, Australian Occupational Therapy Journal, , Archives of Physical Medicine & Rehabilitation, Asian Journal of Occupational Therapy, British Journal of therapy and Rehabilitation, Rehabilitation, New Zealand Journal of Occupational Therapy, Occupational Therapy in Health Care, Occupational Therapy in Mental Health, Occupational Therapy International, Occupational Therapy Practice, Physical and Occupational Therapy in Paediatrics, Physical and Occupational Therapy in Geriatrics, Therapy Weekly, Clinical rehabilitation.

2.2.3 Fuentes específicas de la evidencia: ofrecen rigor metodológico, incluyen sólo los estudios de máxima calidad, a través de revisiones sistemáticas (RS), y la información clave se presenta de forma concisa avalada por el comentario de uno o varios expertos. Se agrupan diversos tipos de fuentes: 40,41

2.2.3.1. Bases de datos sobre evidencia: La base de datos sobre evidencia por excelencia en terapia ocupacional es: http://www.otseeker.com, fue creada en marzo de 2003 y contiene actualmente sobre 2000 mil revisiones y los ensayos controlados seleccionados al azar críticamente valorados en importancia para los terapeutas ocupacionales.42 Otra fuente de datos sobre evidencia en terapia ocupacional es: http://www-fhs.mcmaster.ca/rehab/ebp/ (Grupo de terapeutas ocupacionales de la Universidad de McMaster que trabajan con la evidencia). A nivel ciencias de la salud y atención sanitaria basada en la evidencia destaca la base bibliográfica Cochrane (http://www.cochrane.es), DARE (Database of Abstract of Reviews of Effects, http://www.york.ac.uk/inst/crd/welcome.htm), PEDro (base de evidencia en fisioterapia: www.cchs.usyd.edu.au/pedro/indiceespanol.htm)

2.2.3.2 Revistas basadas en la evidencia: pueden ser revistas de resúmenes o a texto completo. Entre las primeras destacan: POEMS, BANDOLIER, BANDOLERA. Entre las revistas a texto completo o ambas: The British Journal of Occupational Therapy, American Journal of Occupational Therapy, y Canadian Journal of Occupational Therapy (contienen artículos sobre evidencia), Evidence Based-Medicine, Evidence Based-Nursing, Clinica Evidence, Evidentia (revista de enfermería basada en la evidencia), Revista Atención Primaria Basada en la evidencia.

2.2.3.3. Motores de búsqueda de evidencia: facilitan el acceso a la información sobre evidencia contenida en varias bases de datos y otros recursos dispersos por Internet. Como destacados citar:
TRIP database (www.tripdatabase.com),
SumSearch (http://sumsearch.uthscsa.edu/espanol.htm)

2.2.4 Internet (páginas o portales Web)t: es un recurso útil si se conocen sus limitaciones, debemos buscar las acreditaciones de calidad sobre la información para profesionales y pacientes que ofrecen las páginas web.
Destacan por su contenido:
http://www.cebm.utoronto.ca/syllabi/occ/intro.htm (es un enlace web del centro para la MBE de la Universidad Health Network, que continene un artículo sobre la evidencia en terapia ocupacional).

www.terapia-ocupacional.com (portal web de Terapia ocupacional)

www.esterapia.com (portal web de terapia ocupacional y rehabilitación)

www.geocities.com/HotSpring/3838 (anillo web de terapia ocupacional y rehabilitación).

http://www.otdirect.co.uk/links.html (portal web de terapia ocupacional)

http://www.ex.ac.uk/Affiliate/stloyes/netlinks/lnk1ot.htm (portal web de terapia ocupacional)

http://www.caot.ca/ (portal web de terapia ocupacional)

http://www.uclm.es/profesorado/bpolonio/enlaces.htm (web personal)

http://www.fisterra.com (información sobre ciencias de la salud)

http://www.infodoctor.org (información sobre ciencias de la salud)

2.2.5 Libros de texto: aunque es un recurso limitado, proporcionan información útil sobre cuestiones más estables como: anatomía, bioestadística, fisiología, síntomas sobre patologías, etc.



2.3. EVALUACIÓN CRÍTICA: Habiendo reunido todos los documentos que supuestamente responden a la pregunta inicial, el siguiente paso es el análisis crítico.

Para conocer los criterios generales que permiten valorar la validez (proximidad a la verdad) y aplicabilidad (utilidad clínica) de las investigaciones publicadas31 existen listas de confrontación (check list) específicas para cada tipo de diseño y análisis estadístico pudiéndose localizar como “Guías para usuarios de la literatura médica”, elaboradas y actualizadas por la Universidad de MacMaster.43 Las guías proponen criterios para juzgar artículos sobre: cuidados, tratamientos, diagnósticos, investigación cualitativa, etc. Cada guía se orienta según una formulación de preguntas sobre la validez y fiabilidad del artículo, relevancia de los resultados, y su aplicabilidad a la situación dada.

La obtención de la evidencia a través de la investigación fruto de la evaluación crítica de la literatura tras una revisión sistemática (RS) se conoce como evidencia externa, necesaria para la elaboración de documentos de consenso, guías de práctica clínica, recomendaciones o protocolos asistenciales. En cuanto a la experiencia, denominada evidencia interna, hace que los conocimientos acumulados en años de práctica sea un elemento crucial para individualizar el problema a cada paciente.20,31,53

Cuando sobre un mismo problema se dispone de múltiples revisiones, se impone el uso de escalas que permitan categorizarlas según el grado de la evidencia metodológica que aporta cada uno de ellos, de mayor a menor evidencia (figura nº1).44,45 Siendo la más conocida, a nivel internacional, la realizada por la US Preventive Task Force que clasifica la evidencia según el diseño de estudio:

Nivel I. evidencia obtenida a partir de al menos un ensayo aleatorizado y controlado diseñado de forma apropiada.

Nivel II.1. evidencia obtenida de ensayos controlados bien diseñados, sin randomización.

Nivell II.2. evidencia obtenida a partir de estudios de cohorte o caso control bien diseñados, realizados preferentemente en más de un centro o por un grupo de investigación.

Nivel II.3. Evidencia obtenida a partir de múltiples series comparadas en el tiepo con o sin intervención.

Nivel III. Opiniones basadas en experiencia, estudios descriptivos o informes de comités de expertos.


Figura nº1: Clasificación de la Evidencia Científica.

CALIDAD DE LA EVIDENCIA
TIPO DE DISEÑO
GRADO DE EVIDENCIA
BUENA
1- Meta-análisis
2- Ensayos controlados y aleatorizados
Existe adecuada evidencia científica para recomendar o desaconsejar su utilización.
REGULAR
3- Estudios de cohorte
4- Estudios de casos-control
5- Estudios clínicos no aleatorizados
Existe cierta evidencia científica para recomendar o desaconsejar su utilización
BAJA
6- Series clínicas
7- Estudios descriptivos
8- Conferencia de consenso
9- Comité de expertos
10- Casos aislados
Existe insuficiente evidencia científica para recomendar o desaconsejar su utilización

La calidad metodológica exige que la investigación sea por asignación aleatoria, con existencia de grupos experimental y de control, y sentido prospectivo del estudio; además de, el enmascaramiento de los pacientes e investigadores y la inclusión de un número suficiente de pacientes para detectar diferencias significativas.


2.4. INTERVENCIÓN (aplicación de los resultados): en esta fase se trata de transferir la evidencia de la investigación a la decisión clínico-asistencial o de gestión. Los resultados obtenidos deben ser útiles para elaborar planes de cuidados y procedimientos que ayudan a los profesionales y a los pacientes a decidir cual es la intervención más adecuada en una circunstancia clínica determinada. Entre los objetivos destacan: desarrollar estándares de actuación, evaluar la calidad asistencial según criterios de buena praxis y potenciar una atención óptima y adecuada.46,47

El instrumento por excelencia en la aplicación de la evidencia científica son “Las Guías para la Práctica Clínica”.48,49 Las guías son recomendaciones desarrolladas sistemáticamente para ayudar en las toma de decisiones clínico-asistenciales o de gestión en situaciones específicas. Difieren de los protocolos en que estos están basados en el consenso, y vendría a ser más como pautas de actuación ante un proceso o procedimiento. Entre sus objetivos están:

Definir de forma concisa la práctica clínica o gestora, proporcionar indicadores para evaluar la intervención, delimitar responsabilidades de los miembros del equipo, informar a pacientes y profesionales sobre la mejor y más actual evidencia clínica o gestora, mejorar el coste-efectividad de los servicios sanitarios.

2.5. EVALUACIÓN DE LA INTERVENCIÓN: en la última fase de la práctica basada en la evidencia. Se evalúa la evolución clínica del paciente o el proceso de gestión realizado; teniendo en cuenta aspectos económicos, éticos y de modo general, la repercusión en el sistema sanitario y social.31,50-53

 

3. ¿A QUÉ NECESIDADES RESPONDE LA PRÁCTICA DE LA TOBE?:

La práctica de la evidencia en terapia ocupacional nos lleva a:

3.1. Crear rigor científico: fundamenta las acciones y reduce las actuaciones en función de la experiencia clínica aislada, la intuición, la tradición o la presunción.54-56

3.2. Mantener actualizado el conocimiento: obliga a una constante actualización del saber adquirido, por lo que se prima el proceso de adquisición de conocimientos sobre la acumulación de información.57-60

3.3. Optimizar la gestión de recursos: permite evaluar la efectividad de las actuaciones, lo cual implica tener en cuenta el coste de la acción (coste-efectividad), además, valora la idoneidad o adecuación, la equidad y los impactos social, legal y ético de la integración de la práctica basada en la evidencia en la provisión de cuidados.61-64

3.4. Fomentar la formación continuada: la TOBE es un proceso de formación autodirigido que necesita de una formación en bioestadística, técnicas documentales, epidemiología clínica y gestión económica; por lo que el profesional debe adquirir una formación específica para su práctica. 52,65-67



Impulsar el desarrollo profesional: da la mejor respuesta a los interrogantes que plantea el ejercicio de la profesión y así evolucionar.63,69-70

 

DISCUSIÓN:


La Diplomatura de Terapia Ocupacional, al igual que el resto de las profesiones del ámbito de ciencias de la salud y de las ciencias sociales aspira a evolucionar, y desarrollar líneas de investigación en la construcción de su propio corpus de conocimiento.39,64,67 Con este artículo hemos analizado el modelo de la práctica basada en la evidencia, desde el enfoque de la MBE que es donde se ubica su origen, y su influencia en la línea de investigación en terapia ocupacional que adopta el nombre de TOBE.

Esta vía de investigación (práctica basada en la evidencia) que se propone a sí misma como un nuevo paradigma, reafirma antiguos mitos del positivismo que parecían ya superados:71,72 la ciencia como única forma de conocer la realidad y la visión neutral y objetivo de la ciencia. Hoy en día, sabemos que la ciencia sólo puede explicar parcialmente la realidad de cada situación, esto es debido a la variabilidad de las situaciones, de las personas y de las circunstancias que las rodean. Por tanto, la “visión científica” no es neutra, aunque si objetiva, pero influenciada por aspectos éticos, económicos, culturales, etc.

Con la práctica de la TOBE se obtiene la mejor evidencia existente en un momento dado, pero puede darse el caso de que la mejor evidencia proceda de la práctica habitual, la experiencia clínica, o incluso de la intuición. En estas situaciones el terapeuta ocupacional debe de saber que si todo se somete a la práctica de la evidencia, se corre el riesgo de dejar de experimentar nuevas formas de actuación o limitar la innovación.73-75
Como afirmó una enfermera: “no hay sustituto para el juicio clínico del profesional (enfermera), que se basa en lo que dice el paciente, ya que éste es, a menudo, la mejor de todas las evidencias”. G. Castledine (1997).76

Esto viene a recordarnos, que pese a que la práctica de la evidencia aporta juicios y decisiones mejor contrastadas, la intuición y la experiencia clínico-asistencial son, y siempre lo serán, una parte insustituible para llegar a ser un profesional competente.

Aun así, a pesar de las críticas y limitaciones derivadas de la práctica de la evidencia,72 la TOBE resulta ser una buena contribución a la mejora de la practica de la terapia ocupacional, ya que propone realizar investigación potencialmente relevante para la práctica, y de esta forma incorporar los hallazgos al quehacer diario.28,60,66,73,75 Se establece, de este modo, una élite intelectual y académica que redundaría en beneficio del desarrollo profesional.

Era un hecho, que ha cambiado hace unos años, que los terapeutas ocupacionales no tenían una decidida orientación hacia la investigación ni tampoco una concienciación extendida sobre su importancia. La cantidad de información circulante relacionada con terapia ocupacional se ha ido incrementando paulatinamente, con la creación de bases de datos específicas, fuentes de evidencia y nuevas revistas especializadas y páginas Web acreditadas.42,52,69

La actitud del terapeuta ocupacional, junto a la de otros profesionales, su experiencia y formación en relación a la investigación y a la atención sanitaria basada en la evidencia permiten hoy hablar de una sociedad que exige una prestación sanitaria basada en fundamentos empíricos, rigurosos y avalados científicamente. Iniciativas como las políticas de mejora de la calidad y de responsabilidad profesional (accountability) nos acercan más hacia la evidencia, es decir a mejorar el rendimiento clínico-asistencial, docente o gestor.64,68

Resumiendo, concluimos diciendo que a TOBE enfoca la práctica desde la óptica de un profesional conocedor y consciente de las investigaciones más relevantes que apoyan su actividad clínico-asistencial, docente o gestora, y que tiene en cuenta las necesidades percibidas por el paciente, así como, valora los recursos puestos a su alcance. Todo ello para poder explicar la variabilidad de la práctica profesional, mejorando la efectividad y, en consecuencia, la eficiencia del sistema sanitario, lo que en términos de calidad viene a decir, “hacer lo que debe hacerse, a quien debe hacerse y bien hecho” .77

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Revista Gallega de Terapia Ocupacional TOG. www.revistatog.com. Número 2. Septiembre 2005
Rumbo Prieto J.M., Arantón Areosa L., García Gonzalo N.
“TOBE” O NO “TOBE”, ACTITUDES PARA LA PRÁCTICA DE LA TERAPIA OCUPACIONAL
BASADA EN LA EVIDENCIA (TOBE)


Asociación Profesional Gallega de Terapeutas Ocupacionales

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