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SIGNIFICADOS EN EL ENCUENTRO TERAPÉUTICO
MEANINGS IN THERAPEUTIC MEETING

 

 

Dña. Juana Molinas de Rondina.
Psicóloga, Docente en la carrera de TO ( Universidad Nacional del Litoral) 2006
Forma de Contacto juanarondina@hotmail.com

 

Texto Recibido: 28 Noviembre del 2006
Texto Aceptado: 12 Febrero 2007

 

 

Como citar este artículo en sucesivas ocasiones:
 Molinas de Rondina, J. Significados en el encuentro terapéutico. TOG (A Coruña) [revista en Internet]. 2007 [-fecha de la consulta-]; (5): [10 p.]. Disponible en: http://www.revistatog.com/num5/pdfs/ORIGINAL2.pdf


 

RESUMEN

Todas las disciplinas se encuentran ante la necesidad de cuestionarse, desde distintos marcos, el sustento teórico de sus prácticas. Creemos que la cuestión de encontrar y proponer significados  en la experiencia ocupacional es un punto central de la Terapia Ocupacional. La psicología cognitivo-constructivista ofrece un marco desde donde pensar y sustentar las prácticas disciplinares. Nos proponemos reflexionar, desde este  marco, acerca de ciertos aspectos del Encuentro Terapéutico en Terapia Ocupacional, donde más allá del despliegue técnico-instrumental se movilizan fuerzas potentes, se develan significados que abarcan a todos sus participantes.

Palabras Clave: Relaciones Profesional- Paciente, Terapia Ocupacional, Simbolismo.

Palabras Clave del Autor: encuentro terapéutico, ocupación, significado.

 

 

ABSTRACT

From different frameworks, all disciplines need to argue about the theoretical support of their practices. We believe that the question of finding out and of proposing meanings in the occupational experience is a central point of the Occupational Therapy. Constructivist-Cognitive Psychology offers a frame from where to think about and to sustain the disciplinary practices. From this frame, we need to think about certain aspects of the Therapeutic Meeting in Occupational Therapy, where beyond the technical-instrumental display, powerful forces are mobilized and meanings comprising all their participants are revealed.

 

Key words: Professional-Patient Relations, Occupational Therapy, Symbolism.

Key words of the autor: therapeutic meeting, occupation, meaning 


TERAPIA OCUPACIONAL Y SIGNIFICADO
Desde Terapia Ocupacional se entiende al “ser humano como ser activo por naturaleza, que ocupa su tiempo en actividades encaminadas a responder a sus necesidades y deseos, un ser activo cuyo desarrollo está influenciado por el uso de la actividad con intención, con propósito”. ( APETO,1999)1
Esas actividades con sentido, donde se integra lo subjetivo y lo interpersonal en un tiempo y espacio, dentro de las pautas de una cultura determinada se denominan Ocupación. Es el medio a través del cual los seres humanos dan significado a su vida, mantienen coherencia en su modo de estar en el mundo. La Ocupación es el “quehacer a través del cual el ser humano se distingue y expresa” (Moruno Miralles2) en su incesante búsqueda de  otorgar propósito y significado a la experiencia cotidiana. 
Es en, y a través de la Ocupación  que el hombre sale al encuentro de los otros, se incorpora a la trama simbólica que lo constituye, encuentra un lugar, un sentido. La propuesta de la Terapia Ocupacional es utilizar la ocupación como medio y como meta de planificación vital generando un espacio de encuentro, un espacio de creación y recreación de significados.
Como vemos la cuestión de encontrar, proponer, recrear significados en la experiencia ocupacional es un punto central de la Terapia Ocupacional. La psicología cognitivo-constructivista ofrece un marco desde donde pensar y sustentar las prácticas disciplinares.   Esta teoría sostiene que la realidad no se nos revela directamente, sino que debe ser construida. Las personas atribuyen sentido particular a las experiencias de su diario vivir, le atribuyen significado, el que a su vez organiza y califica las nuevas experiencias. Estas construcciones se organizan en constelaciones de explicaciones, creencias, supuestos, que sirven al propósito de anticipar e interpretar los acontecimientos y las conductas. Proporcionan así esa “mirada personal”, la particular representación del mundo, de sí mismo y de su devenir. Las construcciones de significado surgen en los contextos cotidianos y por tanto son esencialmente relacionales, intersubjetivas, se nutren de las construcciones familiares y culturales que habitamos.
Esas constelaciones de significado se organizan en  secuencias particulares, siguiendo una trama que sostiene el sentido de coherencia, de identidad. Son narraciones que, a modo de guión, permiten organizar las experiencias. Y a su vez cada nueva experiencia  puede confirmar o resignificar esta historia.
Narrar y ocuparse devienen en cursos de acción simultáneos y recíprocos. Dice  Gary Kielhofner3, las personas “conducimos y extraemos significado de la vida ubicándonos en narrativas desplegadas que integran nuestro ser pasado, presente y futuro”. Este autor define a las narrativas ocupacionales como “las historias (tanto contadas como representadas) que integran a través del tiempo nuestra volición, habituación, capacidad de desempeño desplegados y los medios ambientes a través de gráficos y metáforas que se suman, asignan significado a estos elementos”.
En actitud comprensiva y contenedora, con atención profunda el terapeuta puede ”ver-escuchar-sentir-comprender” la historia que, en distintos lenguajes, despliega en el encuentro. Tanto se trate de una o más personas,  de una institución o una comunidad
En el lenguaje de la actividad, en el recorrido del espacio, en el uso de los objetos, en el ritmo de ejecución,  en la palabra, en el silencio, en la demora, este “ser en la ocupación” va narrando algo de sí. Según va enhebrando sus historias las experiencias cobran sentido. En esa trama hay hilos brillantes y retorcidos, nudos y agujeros. Es un hacer/narrar de determinado modo, con accesos permitidos o clausurados,  custodiando rigideces o permitiéndose explorar. Y así se manifiesta y constituye el sujeto, el grupo,  la institución.
Pero hay un modo de ocuparse y narrar que hace sufrir, provoca malestar y  revela impotencia. Dice Kielhofner3  cuando “las personas  se sienten capaces y eficaces buscan oportunidades, utilizan la retroalimentación para corregir el desempeño y perseveran para lograr los objetivos. Por el contrario, los individuos que se sienten incapaces y carecen de sentido de eficacia se alejan de las oportunidades, evitan las opiniones y tienen problemas para ser persistentes.”    Existen narrativas que abren las puertas del proyecto de vida, posibilitan el desarrollo del sentido de eficacia y poder, habilitan opciones y capacidades,  sostienen la estima. Otras historias se enhebran con vivencias de padecimiento e impotencia. Seleccionan de tal modo los eventos que se genera una apreciación pobre, estereotipada de la propia vida, de las posibilidad de acceder a sus conocimientos, recursos y habilidades. Y peor aún, se muestran como la única historia posible: “esto es así”, “siempre fui así”. De este modo se cancela la pluralidad de miradas que tiene toda realidad, se pierde el protagonismo indispensable del vivir Lo problemático no es esa persona, esa ocupación sino la construcción que se teje alrededor de ellos.
Pero los problemas también son  “ ventanas dentro de su sistema” (Greg J. Neimeyer4).  A través de lo dicho y no dicho, del modo de enfrentar sus dificultades, en las rutinas y el tratamiento de los objetos, se puede entender y facilitar que el sujeto comprenda cómo se representa a sí mismo y a su realidad. Esos problemas pueden mostrar  dónde se aloja lo sufriente, qué es lo infructuoso en el desempeño de sus roles y en el sistema en que mueve. Y así, descubrir la posibilidad de realizar cambios.
Nunca hay una sola historia. El terapeuta a través de sus prácticas invita a abrir puertas,  explorar modalidades e instrumentos distintos, cambiar el modo de autopercibirse, anima a reinventar la historia.

ACERCA DEL ENCUENTRO TERAPEUTICO

Cada uno de los protagonistas de la situación terapéutica es un activo constructor de significados. Cada participante trae al encuentro saberes previos, expectativas, valores, creencias acerca del otro, de la tarea y de la relación a establecer. La motivación para el cambio, la actitud de compromiso, la inversión de tiempo y confianza, resultan factores esenciales para movilizar recursos tanto en el/los terapeutas como en el/los usuarios. Las tareas a emprender han de resultar relevantes, significativas, acordadas para alcanzar los objetivos de ambas partes. Justamente la tarea de acordar y confrontar entre los miembros de ese sistema , entre subjetividades e historias distintas ya es importante motor de cambio
Diversos autores (Fernández Álvarez y Opazo5,2004), señalan que el logro de los objetivos en todo encuentro terapéutico tiene que ver con la capacidad del Terapeuta de  inspirar esperanza y proponer una visión alternativa (o más plausible) del ser y hacer en el mundo. Mahoney6 (1991) describe el propósito de la terapia como una realización de una experiencia novedosa a través de una relación de cuidado (caring). La propuesta central del encuentro será, entonces, lograr un espacio de contención empática, protectora, respetuosa, estimulante . Allí el TO alentará la revisión y resignificación de eventos y ocupaciones, orientando hacia las fortalezas, los recursos, las soluciones (O’Hanlon7, 2003) más que a la atención de los déficit. En acompasado movimientos que respeten y sincronicen con el ritmo de quienes acompaña, el terapeuta facilitará el logro de pequeños cambios que desde los límites propios y del ambiente expanda horizontes.
El espacio terapéutico deviene, según lo dicho, en lugar de encuentro y confrontación de significados . Este ámbito se co-construye entre los que participan, aunque por razones diferentes, en esa tarea. Una de las partes, el paciente, sabe de sí, de sus padecimientos y necesidades. La otra parte, el terapeuta,  sabe de su quehacer disciplinar, de su propia historia vital y profesional
El Terapeuta Ocupacional  tanto como quienes atiende, es también un constructor de significados. Las apreciaciones diagnósticas surgen de teorías que son construcciones de una cultura profesional determinada La mirada de todo observador está inevitablemente teñida de las propias creencias y valores. El particular modo de realizar sus prácticas refiere a un estilo personal, a experiencias anteriores, a creencias acerca del rol y de su eficacia. Esta condición, lejos de desanimarnos, hace que el encuentro sea un desafío respetuoso y apasionante.
Dice Feixas8 (1998) que  dado que no podemos dejar de hacer hipótesis ante  una situación, es importante que éstas “sean amplias, contextuales y circulares, que integren significados y acciones de los participantes en la interacción, que den cuenta tanto de los procesos interaccionales como de la identidad personal, que no se tomen como verdades sino como construcciones, y finalmente, que no nos asuste, sino más bien al contrario, nos complazca manejar varias hipótesis al mismo tiempo”
Cuando miramos el despliegue ocupacional, cuando escuchamos una historia, lo hacemos desde nuestra propia ventana, es inevitable elegir, aceptar, justificar entre varias versiones posibles, pero evitando etiquetas que clausuran opciones
La invitación del encuentro es la misma para todos los participantes: animarse a explorar posibilidades de cambio, co-construir una historia alternativa que ofrezca más posibilidades, encontrar un resquicio para que podamos “ser/ocupar/narrar” de otra manera.  La propuesta es a la aventura de recrear el libreto cotidiano, respetando la materia prima de lo vivido. Se ofrece realizar viaje íntimo y compartido, para aprender y crecer, desde la ocupación.


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

 1-APETO (Asociación Profesional Española de  Terapeutas Ocupacionales) Documento Técnico cobre Terapia Ocupacional, en Terapia Ocupacional. Com (Internet), 1999. http://www.terapia-ocupacional.com/Definicion_TO.shtml
2- MORUNO MIRALLES,P  ”La ocupación como método de tratamiento en Salud Mental”, en Terapia Ocupacional. Com (Internet), 2006.  http://www.terapia-ocupacional.com/articulos/Ocupacion_metodo_tto_salud_mental.shtml

3- KIELHOFNER, G.: “Modelo de la Ocupación Humana, teoría y aplicación”, 3ª Ed., Buenos Aires,  Editorial Panamericana, 2004.

4- NEIMEYER, G.” El desafío del cambio”, en NEIMEYER, G.(comp.) “Evaluación Constructivista”, Barcelona, Paidós, 1999.

5- FERNADEZ ALVAREZ, H., OPAZO, R.(comp.) “ La integración en Psicoterapia”, Barcelona, Paidós, 2004.
6- MAHONEY, M “Constructivism in Psychotherapy”, NEIMEYER, G., MAHONEY,M (comp.)(1999). American Psychological Association: Washington, Reseña: Mónica de Celis Sierra, en Aperturas: Revista de Psicoanálisis, Nº 12, Diciembre 2002 (Internet) http://www.aperturas.org/12celisconstructivism.html
7- O’HANLON, B “Pequeños grandes cambios”, Barcelona, Paidos, 2004
8- FEIXAS, G. “Los constructos del terapeuta en la práctica clínica” Discurso inaugural de las XIX Jornadas de Terapia Familiar, en Revista Mosaico Nº 14 (Internet), 1998  http://www.featf.org/mosaico/mosaico14/monograf.htm#1

 

 

 

Revista Gallega de Terapia Ocupacional TOG. www.revistatog.com. Número 5. Febrero 2007

Asociación Profesional Gallega de Terapeutas Ocupacionales

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